A primera vista

jueves, 12 de abril de 2012

Corduras

Lejos de pedir otras nuevas, en usufructo, Don Alonso Quijano vendió buena parte de sus tierras de labranza para comprar lo que más nos falta ahora: libros de caballería.

2 comentarios:

  1. La esperanza y un sentido pleno, útil para la vida es algo por lo que bien se puede vender muchas "riquezas". Qué falta le hace a estos días un usufructo con el Amor, ¿eh? Bravo, Mila. Pequeño y grande tu post.

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    1. Sí, Rogelio, nos hace falta millones de hectáreas de amor. Gracias por respaldar esta quijotada.

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