jueves, 21 de octubre de 2010

Geografía psíquica

Cuba es una isla rodeada de muros. Limita cuatro veces con el Norte. Las olas estrechas de la Florida semejan la estera que trae los bloques relucientes, listos para colocar, desde la fábrica de Washington que no conoce la crisis.

Digno sucesor de los suyos, Barack Obama usa satisfecho el casco de hacedor de tapias que heredó de sus ancestros en el cargo, todos ellos hombres de hiel muy clara.

Sin mucho catalejo lo vemos desde El Morro: es largo el linaje de bloqueadores que se ha sentado en su sillón. Mas no tan largo como el desfile de cubanos que nacen con un cincel.   

6 comentarios:

  1. Muy inteligente. Es profundo y ágil, por eso le hice un enlace en Twitter. Gracias por tal ejercicio de síntesis y creatividad.

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  2. Gracias, Rogelio. Trataré de poner un plan de gimnasia a las neuronas, para que hagan el ejercicio que crees ver.

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  3. Tú como siempre, cincel en mano, ayudándonos a leer diferente un tema tan igual, tan necesario y tan antiguo... así, denunciando y escribiendo, también vamos agrietando el muro.

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  4. Bueno muchacha, agradezco tus palabras. Ellas son nuestra única arma y nuestra mejor flor.
    Enrique

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  5. es muy fácil culpar de todos nuestros problemas a alguien de afuera, a alguien que vino después de tantos años de conflictos...

    eso sucede solo cuando nos dejamos sembrar orejeras en las sienes. qué pena!

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  6. Concuerdo contigo, Izmatopía: también discrepo de esos que echan la culpa de todo a quien sea que no esté aquí. Y las orejeras no las soporto. Los cubanos tenemos muchas orejeras todavía, las más eficaces son las importadas.

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