viernes, 24 de septiembre de 2010

Precisión

El Guamá aunténtico no era de piedra
Dicen los historiadores que allá por Baracoa murió el cacique Guamá, no a manos de los españoles que hostigó con hincante eficacia en las lomas orientales a lo largo de diez años, sino con la frente aplastada por el recio macanazo de su hermano. Los rumores llegan lejos: ya todos sabemos que el indio insurrecto se acostaba con su cuñada. Fue otra la macana que lo mató.

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