miércoles, 4 de mayo de 2011

Educación sensual

Fíjense: caminan por toda Cuba millones de analfabetas. Mujeres que comprendieron poco o nada en rollos de Adán y Eva. Son las que al cruzarse un hombre se suben los pantalones que ellas mismas redujeran, o se bajan el pulóver con tal de ocultar al mundo ese ombligo emancipado por el que tanto guerrearon en unas cuantas querellas.

Son las que quieren borrar, por un segundo de espanto, ese ondular de caderas que heredaron siglo a siglo de disfrutes y quebrantos, fueran negras o gallegas; las que disfrazan andares que parecen de gacelas con tal de fingir lo feo que tan mal hecho les queda.

Las que quieren provocarnos con un metro contador cuyo número no pase del sugerir al brindarnos o de la vela a la hoguera. Tristes muñecas sin letras: alguien debiera aclararles que su golfo más erótico, su bahía que más llena, su salida disputada que derecho al mar nos lleva, su otra nuestra geografía que nos intriga y enerva son esos ojos que nunca de nuestros ojos despega.

2 comentarios:

  1. Amigo E. Milanés: Ciertamente eres un león de la escritura, me encanta la belleza y la intensidad de "Lecturas", y este escrito "Educación sensual" tiene la magnificencia de la mujer cubana en sus formas -y en sus fondos-. Tal vez en el mes julio podamos vernos, al menos tendrás mi último libro de poemas. Un fratenal abrazo. Juan Bautista.

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  2. Me alegra que reaparezcas, Juan Bautista. Este caimán, como el más grande que lo inspira, agradece y extraña a los amigos. Nos vemos.

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