miércoles, 10 de agosto de 2011

Phénoménal

Si pudiera sumergirse y explorar por acá, el muy flemático Jacques Cousteau concordaría sin réplica: el mutismo asombrado que inspiran ciertas mujeres cubanas en su andar cotidiano solo podría compararse con la estela de asombro que deja en su paso oceánico la más espléndida ballena azul.

2 comentarios:

  1. Lindo.... romántico... delicado, ufff, menos mal que tengo matrimonio con tus letras, jajaj. Un beso.

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  2. Me alegra, Melissa, que tú que nadas en los mares de nuetra Isla comprendas y alientes esta metáfora.

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