jueves, 10 de febrero de 2011

La maja vesnuda

De las dos majas prefiero, por mucho, la vestida: no hay mayor placer estético, no hay igual obra de arte, no hay mejor catarsis plástica que trepar a la modelo en el caballete —¿con reverencias de condesa en el alba o incandescencias de gitana en el ruedo?— y pintar en primera persona a esa mujer inapagable quitándole cada pieza de su cuerpo, trazo a trozo, a puro pincelazo de miradas, con fingida delicadeza de Academia y estos ojos de vanguardia marginal que un día se perderán, ahogados para siempre, en las profundidades de un cuadro plagiado al viejo Goya.   

4 comentarios:

  1. ¡Muchacha, como está el ahorro de palabras en Cienfuegos! ¿A cómo venden allá la libra de palabras? No, broma aparte, gracias. No sigas escribriéndome así porque me voy a creer cosas. Recibe mi cariño, ese sí pudiera ser genial, por sincero...

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  2. hoy he visitado por primera vez tu blog y me ha encantado....hasta lo añadi como un marcador en mi navegador.....me ha gustado muchísimo lo que escribes, espero que sigas publicando....

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  3. Gracias, "Anónimo", por visitarme y por añadirme. Es un placer añadirte entre mis lectores. No pierdas el camino.

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