De las dos majas prefiero, por mucho, la vestida: no hay mayor placer estético, no hay igual obra de arte, no hay mejor catarsis plástica que trepar a la modelo en el caballete —¿con reverencias de condesa en el alba o incandescencias de gitana en el ruedo?— y pintar en primera persona a esa mujer inapagable quitándole cada pieza de su cuerpo, trazo a trozo, a puro pincelazo de miradas, con fingida delicadeza de Academia y estos ojos de vanguardia marginal que un día se perderán, ahogados para siempre, en las profundidades de un cuadro plagiado al viejo Goya.
Genial!!!
ResponderEliminar¡Muchacha, como está el ahorro de palabras en Cienfuegos! ¿A cómo venden allá la libra de palabras? No, broma aparte, gracias. No sigas escribriéndome así porque me voy a creer cosas. Recibe mi cariño, ese sí pudiera ser genial, por sincero...
ResponderEliminarhoy he visitado por primera vez tu blog y me ha encantado....hasta lo añadi como un marcador en mi navegador.....me ha gustado muchísimo lo que escribes, espero que sigas publicando....
ResponderEliminarGracias, "Anónimo", por visitarme y por añadirme. Es un placer añadirte entre mis lectores. No pierdas el camino.
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