Cuando vi a Hillary Clinton declarar desde Libia a la CBS: We came, we saw, and he died... antes de explotar en risa pública, sonora y desquiciada, solo pude preguntarme en qué base militar aterrizaba su escoba.
Ay Mila, este mundo loco-loco cada día me espanta más. Y lo peor de todo es que mucha gente habrá visto el episodio que narras como una gracia. ¿Cuántos se habrán reído con ella o de ella, sin detenerse luego a pensar lo que la desfachatez entraña? Quizás algún día, desternillándose, digan de nosotros: "Es que estaban ahí, cerquita, y ups!, se nos fue la bomba de las manos."
Así es, María Antonieta: quizás algún día hagan eso con Cuba y, como entonces no podremos contarlo, creo que debemos anunciarlo ahora para ver si despiertan los lirones del mundo.
Es ese el regalo que no queremos recibir. Ni nosotros, ni nadie. Halloween es también la noche de cacería, Enrique. Hay gente con hambre en el mundo, y la Clinton tiene unas fauces enormes... tan enormes como sus odios, su cinismo y sus miedos... Gracias otra vez. Parece que tus letras ganan las gracias de muchos, y yo me incluyo concientemente entre los que te buscamos cuando entramos a Internet. Tú sabrás por qué.
Gracias, otra vez, Abdiel. Ni si quiera la maldad puede combatirse con barbaridades. Pero esas secretarias son más que bien escogidas por quien tú sabes...
Genial, genial, genial!!!!
ResponderEliminarYo diría más bien que genioso, Melissa. Hay que ver cada cosas... pero gracias otra vez por tu cariño solidario.
ResponderEliminarAy Mila, este mundo loco-loco cada día me espanta más. Y lo peor de todo es que mucha gente habrá visto el episodio que narras como una gracia. ¿Cuántos se habrán reído con ella o de ella, sin detenerse luego a pensar lo que la desfachatez entraña? Quizás algún día, desternillándose, digan de nosotros: "Es que estaban ahí, cerquita, y ups!, se nos fue la bomba de las manos."
ResponderEliminarMaría Antonieta
Así es, María Antonieta: quizás algún día hagan eso con Cuba y, como entonces no podremos contarlo, creo que debemos anunciarlo ahora para ver si despiertan los lirones del mundo.
ResponderEliminarEs ese el regalo que no queremos recibir. Ni nosotros, ni nadie.
ResponderEliminarHalloween es también la noche de cacería, Enrique. Hay gente con hambre en el mundo, y la Clinton tiene unas fauces enormes... tan enormes como sus odios, su cinismo y sus miedos...
Gracias otra vez. Parece que tus letras ganan las gracias de muchos, y yo me incluyo concientemente entre los que te buscamos cuando entramos a Internet. Tú sabrás por qué.
Gracias, otra vez, Abdiel. Ni si quiera la maldad puede combatirse con barbaridades. Pero esas secretarias son más que bien escogidas por quien tú sabes...
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