martes, 14 de diciembre de 2010

Noche 1002

 
Con 40 enemigos fuera de juego, viejo, rico y decidido a jubilarse, Alí Babá fue hasta la cueva a retirar su larga cuenta de ahorro. 

Pero había pasado el tiempo y su memoria no era la de antes.
Una vez pronunciado el “¡Ábrete sésamo!”, una rara frase en árabe desconcertó al antiguo leñador:

—La contraseña es incorrecta. Word no puede abrir…

4 comentarios:

  1. ¿Este Alí tendría cerebro de camello? Es lo que se me ocurre para explicar el enfriamiento en las neuronas de este señor. Hablando de animales, hace poco leí una frase atribuida a Jesucristo –miles de años mediante--, en la cual se asegura que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, a que un rico entre en el Reino de los cielos.

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  2. Bueno, Yanetsy, eso del camello y la aguja creo que ya los ricos lo resolvieron hace tiempo. Como están las cosas, no me interesa mucho el Reino de los Cielos. Me lo imagino lleno de "macetones".

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  3. Juan Bautista Serrano15 de diciembre de 2010, 8:54

    Amigo Enrique, ¡qué bueno! Nunca mejor dicho, por mi parte, aquello de "lo bueno si breve dos veces bueno". Una pregunta ingénua: ¿El camello de Alí era un cuadrúpedo o un bípedo? Es que hay por esos mundos cada "camello" con traje y corbata, con maletín y celular último modelo, que da miedo. Un fraternal abrazo.

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  4. Gracias, Juan Bautista. Veo que tú no olvidas la "contraseña" para llegar a mi blog. ¡Qué bueno! Como bien dices, de esos camellos bípedos hay más de la cuenta. Tendremos mucho que escribrir al respecto. Un abrazo.

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