viernes, 25 de febrero de 2011

Disfunción eréctil

Hace días que el manual de instrucciones llegó por facebook, un poco en spanglish, un poco entre zetas y algunas pesetas y un mucho entre varios poquitos empequeñecientes. ¡Con tanta ilusión acumulada, debe ser muy duro que aquello se afloje!

“Por el levantamiento popular en Cuba”, reza entre súplicas la etiqueta de este equipo electrocosmético que tiene hasta fecha de caducidad: agítese para su uso —exigen los sponsors— entre el 21 y el 26 de este febrero. Sin embargo el plazo se acaba, las plazas no empiezan y el instrumento de excitación no se les yergue.

Dicen que emplea la perfecta energía “medioriental” para tumbar gobiernos. Tal vez ignoren que con medio Oriente y una Sierra entera se fecundó la Cuba montaraz que ellos pretenden acribillar.

Uno mira por aquí, busca por allá, y nada de nada. Parece que, pretendiendo Egiptos en La Habana, las momias eternas de Miami se vuelven a embalsamar.

Se los digo de veras; revisé el manual, al derecho y al revés, y me percaté de que al aparato no le funciona una pieza interesante: ¡Patética contrarrevolución a la que no se le levanta… la gente! 

2 comentarios:

  1. Muy bien, Mila. Un sarcasma e ironía depurados, tal y como le corresponde a las grandes plumas. Ese es el periodismo que necesitamos. Este pequeñito artículo tiene diez veces más valor, que las toneladas de tinta que gastamos a diario en teques.
    Gallego

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  2. Gracias Gallego: es una suerte no estar solos en la búsqueda del toque sin teque.

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