viernes, 4 de marzo de 2011

Los 7 pecados capitales del cubano

Algo hay de cierto en que la soberbia nos ha llevado a creernos campeones de la lujuria, en que ciertas gulas de avaricia son culpables inconfesadas del impío retrato de nosotros que circula por el mundo y en que la envidia —que no mata, pero mortifica bastante, según acuñamos en célebre frase— nos provoca mucha ira mientras a la pereza nos encanta tomarle su gustico.

Pero aquí esas son faltas veniales, indisciplinas permisibles ante el sagrado Reglamento. Lo que ni el mismísimo Dios pudiera perdonarnos a los cubanos es que, dueños de una isla casi tan bella como su santísimo Reino, incurramos en estos pecados mortales:   

No querer nadar, contando con cinco extremidades: dos fuertes brazos, dos firmes piernas y un infinito brazo de mar.

No saber remar, a pesar de que el Creador nos puso enfrente una costa suave donde los peces están más a la mano que los panes.

No comer pescado —falta emparentada en línea directa con la anterior—, cuando nos sobra apetito y contamos con ofertas que serían plato de lujo en París.

No pasear en barco, ignorando las ventajas que para el cuerpo y el alma ofrece el primer vehículo de esta humanidad que muy temprano dijo ¡Basta! y empezó a navegar.

¡No ir a las playas, señores...! como si no supiéramos lo cerca que puede estarse en ellas de esas nietas de Eva que por algún lugar de la evolución redujeron el órgano que menos usan: la ropa.

No tener en casa suficiente sal, pese a que salación nos sobra y a que las olas pudieran traernos los paquetes hasta la despensa misma.

No aprender a zambullirnos, un pecado de veras curioso, porque en ocasiones alguno de los otros seis, o todos juntos, hacen pensar a un cubano casi penitente: ¿qué tal será tirarse de cabeza contra esa pared tan azul como las olas? 

3 comentarios:

  1. Hola, me diverti mucho con los siete pecados...realmente somos pecadores con la biblia al alcance de nuestras manos.
    Espero que tu vida personal y profesional anden bien, me alegra mucho que me hayas
    escrito al correo, agradezco el comentario. Mi blog todavia esta
    en perfeccionamiento y a veces da algo de "bateo", cuando actualice te pondre
    como usuario y asi sera mas facil todo; coincido con tu opinion acerca de los
    blog, te mantienden constantemente ejercitando el arte de escribir e
    investigar;acepto sugerencias. Me gustaria hablar algun dia personalmente de
    estos temas , en tanto, manten la comunicacion, eres un ejemplo a seguir ,
    quisiera considerarte mi amigo ... ah, en el periodico Juventud Rebelde
    recientemente salio un comentario de José Alejandro Rodríguez sobre ruidos y
    silencios, en él habla de ti (me permito tutearte porque tienes esa capacidad
    de hacer que las personas se identifiquen contigo; eso es genial), por lo visto
    compartimos el criterio sobre tu persona...Imagino que no te guste mucho la
    apologia, asi que dejo la chachara no sin antes desearte todo lo mejor este dia
    y siempre... saludos.
    Yela

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  2. Gracias, Yelanis. Si supieras, siempre tengo vacantes plazas de amigos, así que me viene bien "emplearte" como tal. Me complace que te hayas divertido. Este blog está hecho para eso, para hacer pensar y hacer sonreir a gente buena; si alguno quiere llorar, también se vale. Cuando lo consigo siento algo que si no es la felicidad al menos va en ese camino. La gente buena merece una estatua, esté donde esté, porque es la especie más amenazada por un homo que cada vez parece que sapiens menos. En fin, como intuyes, no me gusta mucho la muela (traicionaría a mi caimán)... lo importante es tejer afectos. No dejes de hacerlo.

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  3. Yelaine: Espero que, como mi amiga, me disculpes por haberte cambiado un poquito el nombre. De todos modos, lo más importante es que el mensaje era, es, para ti.

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