jueves, 20 de octubre de 2011

La miel prohibida

En 1917, ciertos políticos (en estado) sumidos de morteamérica inventaron la Ley de Comercio con el Enemigo, la semilla más vieja que se conoce de una planta trepadora de extrañas espinas que nacería después y que su cuidador nombra embargo, mientras que la víctima le llama bloqueo.

Como suele ocurrir, la ponzoña creció, creció, creció y empezó a hincar bondades con diestras siniestras, pero por alguna razón los jodidos no se han rendido. Que si el mismísimo Galileo pudiera ver el conflicto con su telescopio, diría algo así como:

—Y sin embargo, con bloqueo, los cubanos se mueven…

Pero esa movida sale cara. Más de 975 mil millones de dólares nos ha costado fracturar, brincar, cavar por debajo de ella o circunvalar esta cerca tan cerca que amenaza tan lejos. A resultas, en Cuba el bloqueo no sólo tiene héroes; también deja mártires: esos niños que han muerto porque no llega un no sé qué de no sé dónde, ¿qué otra cosa serán?

Para comprobarlo no hace falta molestar a Galileo, tan ocupado aún en cuidar su verdad de otro poder igual de ciego. El odio se pasa la muerte superándose a sí mismo. El colmo es que ahora hay en Estados Unidos nuevos sumidos que dicen ver amenazas en los actores de La Colmenita.

Señores… La Colmenita es una compañía de cubanísimos niños de teatro. Actuaron en Washington y hoy aman a Nueva York. Porque se entregan como pocos siempre se llevan a muchos. Es cierto, los cerqueros no podrían aplaudirles: tienen las manos cargadas de alambres. Sienten terror de su amor y no quieren que estas abejas, pequeñas reinas obreras, brinden miel de su panal. 

8 comentarios:

  1. Mila, yo también soy abejofílica y embargofóbica. Sigo el vuelo de nuestra inmensa Colmenita,a diario, por Cubadebate, y me llena de orgullo esa forma tan original que tienen de aguijonear con arte los muros políticos. Go bees go!!! Y al que le duela la picadura, que se j...

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  2. María Antonieta: Estos niños dan serias lecciones a todos: trabajan dentro y fuera de su panal, reparten amor sin fronteras y después regresan, a compartir, entre los suyos, sus limpias mieles.

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  3. Así es, hay quienes no llevan nada en el cerebro... suerte que tus letras rebaten esos agujeros, besos

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  4. Es cierto. Me encanta La Colmenita. Cada vez que he podido verles me han impresionado. Esos niños se esntregan con la gracia que les falta a muchos, son verdaderas abejas laboriosas. Y lo que es mejor, son una familia...con razón -pese a los sin embargo- se mueven.

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  5. Certero, y oportuno...

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  6. Leydi: Esa compañía es respetada por cualquiera que sepa un tin de arte o un soplo de amor. Quien no se conmueva con esos niños... pero hay de todo en la riña del "señor" del otro lado. Un beso.

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  7. Melissa: Mis letras son apenas una teja criolla tratando de cobijar un agujero negro. Pero, con otras muchas letras (incluidas las tuyas) podemos lograr el tejar. Un beso.

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  8. Quisiera de veras, que no fuera certero, y mucho menos oportuno: quisiera que fuera errado y anacrónico porque ya hubieran quedado atrás todos los odios y los perseguidores de abejas.

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