A saber, hay ahora mismo dos carreras muy caras: ser pobre y ser bueno. Quien
emprende las dos juntas obtiene automáticamente una beca para la más costosa de
todas: ser loco.
Enrique, amigo… indiscutiblemente sí que tienes muchísima razón con esto que nos dejas. Muy coherente y nutrido por cierto. Tal como refleja Coelho si mal no recuerdo: “En esta vida hay personas que nacen locas, personas que se vuelven locas y otras que simplemente… no son personas. Nada… que esas son las que no pasan trabajo ni son buenas… Saludos y abrazos… que tengas buen día.
Justo cuando leo un microrelato así tan weno pienso en Mar, la muchacha que ahora usa botas. Ya veo que lo leyó y que tú, Enrique bueno (no el actor) nos sigues re-moviendo con tus letras. Lo acabo de leer al terminar mi jornada, también me creo pobre y bueno y loco, sí, por qué no. Un abrazo!!
En los mas de 56 años de la revolución, en mi juventud y adultes, antes de emigrar y envejecer ser pobre no tiene significado alguno en Cuba, incluso no recuerdo el empleo de esta palabra, en cambio ser bueno fue la lleve que abrió todas las puertas, siempre que se aplico este adjetivo calificativo con honestidad.
Enrique, amigo… indiscutiblemente sí que tienes muchísima razón con esto que nos dejas. Muy coherente y nutrido por cierto. Tal como refleja Coelho si mal no recuerdo: “En esta vida hay personas que nacen locas, personas que se vuelven locas y otras que simplemente… no son personas. Nada… que esas son las que no pasan trabajo ni son buenas… Saludos y abrazos… que tengas buen día.
ResponderEliminarGracias, Adanys, por la cita que refieres.El tema da para mucho. Un buen día también para ti.
EliminarPues así nos han dejado bro, A fronte praecipitium a tergo lupi - Un precipicio al frente y los lobos a la espalda.
ResponderEliminarGracias, amigo. Espero que aun podamos hacer que sea el lobo quien caiga. Un abrazo.
EliminarQuerido Enrique, lo que pasa es que hay cierto placer en la locura que sólo el loco conoce. Y tú eres de los buenos locos.
ResponderEliminarMar, lo escribes desde la sala de al lado, ¿verdad?
EliminarJusto cuando leo un microrelato así tan weno pienso en Mar, la muchacha que ahora usa botas. Ya veo que lo leyó y que tú, Enrique bueno (no el actor) nos sigues re-moviendo con tus letras. Lo acabo de leer al terminar mi jornada, también me creo pobre y bueno y loco, sí, por qué no. Un abrazo!!
ResponderEliminarGracias, Luis Tocayo. Por suerte, todavía en ese mundo de ricos, malos, "cuerdos", no faltan sus antípodas. Un abrazo a Vertientes.
ResponderEliminarEn los mas de 56 años de la revolución, en mi juventud y adultes, antes de emigrar y envejecer ser pobre no tiene significado alguno en Cuba, incluso no recuerdo el empleo de esta palabra, en cambio ser bueno fue la lleve que abrió todas las puertas, siempre que se aplico este adjetivo calificativo con honestidad.
ResponderEliminarCoincido con usted, Demetrio, en que ser bueno es la mejor llave de la vida... aunque no creo que siempre abra todas las puertas. Gracias. Un saludo.
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