jueves, 1 de septiembre de 2011

Mundo paralelo

Papeleta en mano, un matrimonio amigo, que a su vez dio con una amiga en el lugar y momento adecuados, me hizo hace unos días una invitación insólita: “¡Vamos al cabaret, a ver el show de dos humoristas reconocidos!” Receloso, les dije que sí, si total, estaba de vacaciones... y allá nos fuimos.

Ya en el lugar de los hechos, nos dio trabajo hasta descubrir la puerta de acceso, pero como en Cuba todos los romanos conducen a un camino, un turista que se veía como en casa nos mostró con su paso la ruta brillante de aquellas especias.

Allá dentro todo era faldas extracortas ―¿o muslos extralargos?―, tragos multilingües y lenguas multioficios, precios de ganga para cosmonautas, gente que era lo que no parecía, que parecía lo que no era y hasta alguno que era justo lo que parecía.

Preparados genéticamente para la austeridad, en nuestra mesa optamos por el consumo más mínimo, el ínfimo casi: una botella de ron Mulata y otra de refresco de cola. Bebiendo tales detonantes, capaces de hacer tambalear mis flacas piernas gemelas, comprobé  al instante que los humoristas reconocidos estaban desconocidos y habían trocado su fino humor de absurdos por un grueso pliego de zurdas vulgaridades.

Ni siquiera el anestésico que nos suministraron por vía oral me libró de la sensación de sentirme Gulliver en el país de los giganos, de preguntarme dónde dejaría mi platillo y de creer que había roto la barrera del sonido, viajado en el tiempo o que tal vez había sido abducido por un comando de extraterrestres en etapa de servicio social.

Cercado por risas que me resultaban tan incomprensibles como la “gracia” de los chistes que las precedieran, supe por vez primera a qué sabe colarse con invitación en un mundo paralelo. Cuando, pasadas las dos de la mañana, salimos de allí, comprobé que en el mío, donde se ríe sin espectáculo y se sabe amar sin alcohol, la gente descansaba para en unas horas salir a trabajar. ¡Qué alivio!    

6 comentarios:

  1. jajajaja, genial... así es, mundos y mundos, vidas y vidas..uffff...jaja..un beso, muy buenas letras, claro... siempre

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  2. Gracias otra vez, Melissa. De verdad, de verdad, salvo por la compañía de grandes amigos, me sentí allí como en otro planeta. Y, de paso, me quedo con el mío. Un beso.

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  3. Mila, te acompaño en los sentimientos, otras veces me he teletransportado al mismo mundo paralelo y hasta por la misma vía de acceso. Pero hay que pensar como dice la canción de Buena Fe, que cada día somos más los que nos sentimos extraterrestres ante cosas así, y eso al menos es un paso de avance.

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  4. Es verdad, María Antonieta, aunque también lo es que esos más somos cada vez más invisibles porque los "terrícolas" de nueva factura copan los espacios. De todos modos, me alegra que nuestro platillo no sea el único.

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  5. Me quedo también en el mundo de las risas sin show, el de la gente que descansa en las noches porque sudan de día y, por supuesto, comparto tu alivio, pues por razones profesionales a veces he tenido que estar en mundos similares a ese que describes. Ojalá seamos cada día más los que gustamos de los goces de la honestidad.

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  6. Rogelio: En este mundo loco es bueno verlo todo, para que el aprendizaje y la escogida de un camino tengan mérito de veras, pero sí, también pienso que debemos nutrir y defender ese mundo paralelo en el que se privilegia la virtud. Gracias.

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