A quienes no la conocen se las presento: con 11 años, mi sobrina Chanel es el ser más adorable de la familia.
Cuando vivía en Nuevitas y era más pequeña, Chanel era amiga de todo el barrio y no había maestro o chiquillo de escuela que quedara indiferente a su carisma.
Tampoco ahora que contra su voluntad vive en La Habana ha perdido el toque de los seres especiales. Hace tan solo unos días la visité y recordábamos la anécdota del piojo.
Porque por muy especial que ella sea, no puede librarse de esa eventual visita a su cabeza. Y, un día, Chanel atrapó entre sus uñitas aquel turista sin visa:
—¡Mira mami, un piojito...!
Sin embargo, inmediatamente lo devolvió a sus cabellos.
—¿¡Por qué hiciste eso, Chanel!? –le preguntó molesta la mamá.
—Es que, pobrecito, si lo dejo solo, seguro se muere por ahí.
Jajajaja... que niña más inteligente!!!
ResponderEliminarMar, entre las cosas que extrañé en un septiembre de ausencias está tu visita. Gracias por no olvidarme.
EliminarOlvidarte?? cómo podría olvidar a mi futuro esposo?
ResponderEliminarSe te extrañó querido E.
Si tú lo dices, Mar... tengo piojitos para compartir. ¿Me prestas tu cabeza?
EliminarQue va!!! no quiero que mi mamá me vuelva a cortar el pelo.
EliminarEstuvo con Chanel. Ahora me parece egoísta haberlo extrañado.
ResponderEliminarGracias por eso. Mi sobrina tiene el perfume que no cabe en su nombre.
EliminarOtras esencias lo reclaman,lo sé. Pero se le extraña Periodista. Especialmente hoy, no puedo evitarlo.
ResponderEliminarAhh Mila, como extrañaba estas historias tuyas, te voy a tener que mandar de vacaciones más a menudo, aunque entonces te extrañe a ti... también tanto.
ResponderEliminar¡Mándame... mándame! Gracias, María Antonieta. En realidad, tengo que disculparme con l@s cuatr@ gat@s que leen mis notas porque he estado muy indisciplinado en los últimos tiempos por algunos problemas, aunque a mi favor puedo decir que es fácil darse cuenta en estas estampas que a quien las escribe le falta algún tornillo. Bueno, resumo: gracias, trataré de recuperar el paso.
ResponderEliminarOjalá pudieras tener cerca más a menudo a esa inspiración que siempre es la familia pero, POR FAVOR, no te vayas tanto que tus ocurrencias orales, como las escritas, como tú mismo, nos alivian los piojitos a muchos
ResponderEliminarGracias, Daicar, por volver aquí y hallar, en mi cabeza estos piojos amigos.
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