Más
de un amigo que quiere mi bien me pregunta por los saldos concretos
del Congreso de los periodistas. Yo miro al cielo, hago como si
supiera silbar y aprovecho una buena oportunidad para quedarme
callado. A los más cercanos, a esos que les debo y cumplo mayor
sinceridad, les respondo que no sé cuáles hubo, pero que,
terminando el otro, comenzó mi congreso personal.
Así
como les digo: hubo un IX Congreso general que otra vez reconoció lo
que todos saben: los periodistas somos de los profesionales que, a
pura conciencia, más respaldan el proceso cubano. Pero como eso no
basta, yo estoy ahora mismo en medio de mi congreso. Sin palacios,
sin convenciones, sin ponencias y sin quitancias.
Soy
a un tiempo delegado y presidencia; me canto a mí mismo y a mí
mismo me conduelo; tomo acuerdos y bebo olvidos. Me felicito y
critico. Disculpen si no los atiendo como ustedes merecen: estoy
usando la palabra en medio de mis sesiones. Hago ahora mismo una
intervención medular. Espero que al final me sirva para algo.
Mila: yo, como muchos que te quieren bien, espero también que sirva para algo pertenecer al gremio de los de conciencia pura, ese en el que tenerte es usado por más de uno de nosotros como sostén y aliento. Yo estuve ahí, en el general, gracias a tu confianza. Y tampoco sabría contar los saldos concretos, solo traje certeza de que, por periodistas como tú, entre otras razones, sigo feliz sin tantas concreciones... sí, ya sé que esto pudiera parecer sueño de recién llegada, o conformismo de probable futura re-delegada, y son tantos los que como tú tienen en estos días congresos de definiciones que hasta me asusta saberme entre quienes tomaron acuerdos con los que tantos no concuerdan, pero creo que de ti se me ha pegado más de una cosa buena, y alguna que otra "mala", como la cabeza dura... ojalá ella me alcance para ver tu mano y convidarte a hablar.
ResponderEliminarGracias, Daicar. No seremos ni tú ni yo; será el tiempo, ese delegado de todos los eventos, quien escriba el post definitivo de este asunto. En mi congreso personal solo deseo cosas buenas para la gente sacrificada de mi gremio.
EliminarY las tendremos... me resisto a creer que no se premie la conciencia y el respaldo.
ResponderEliminarGracias, Daicar.
EliminarPerdone ud si no pretendo quitarle la palabra: haga uso de esa intervención medular y concluya por acordar que toda intervención tiene un saldo indiscutible.
ResponderEliminarAsí como dices, Rosana, al final toda intervención termina en un punto que lleva a alguna parte. Espero que esta no sea la excepción. Siempre es una alegría hallarte por aquí.
EliminarMila:
ResponderEliminarMi Congreso interior es como el tuyo: "sin palacios, sin convenciones, sin ponencias y sin quitancias". Espero el definitivo, ese que algunas concreciones tiene que traernos. Chovinismo aparte, las merecemos y claro, tu intervención medular sirve y para mucho.
Ah, te invito a una entradita por mis: Crónicas...mi hermanito lo merece, un beso congresero...
Gracias, Cuqui, por volver por aquí. Hacía días no entraba a la sesión de administración y no veía el comentario. Seguiremos informando tranquilamente.
EliminarMe encantó esa intervención. Haré el mío propio: tomo nota. Besos.
ResponderEliminarLiudmila: ¡Qué bueno verte! Y por aquello de "es mejor llegar a tiempo...", te digo que llegaste en el momento preciso: estamos sesionando. Con Abdiel he hablado más del asunto. Somos todo coincidencias. Un abrazo.
Eliminarla próxima vez que decidas ir a un Congreso tan bueno como este invítame...yo no prometo no alzar una botella enfilada, pero bueno... (es que mis botellas solo permanecen enteritas, no cortantes, si mis amigos están enteritos...)
ResponderEliminarClaro Leydi, ya estás invitada. A fin de cuentas a cada rato tenemos sesiones propias. Cualquier evento es mejor contigo de compañera. Un abrazo.
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