jueves, 5 de julio de 2012

Una promesa

Este 5 muy jueves mi padre cumplió 15 años en la nada. Mi viejo debe estar aburrido en ningún lugar, haciendo del ocio su gran trabajo. Desempleado por la crisis más severa (la única irremediable), tendrá a esta hora su melancólica cara de héroe sin gloria rulfiano.

Porque la muerte es el imperio del vago sigo pensando que mi padre fue reclutado por error o adelanto: aunque tuviera defectos que yo heredara, siempre quiso trabajar. Por eso, y no por otra cosa, morirse debió parecerle un castigo.

No hubo fotos de 15 años para el viejo Enrique. La Parca, que no es nada fotogénica, hace tiempo dejó sin empleo a los fotógrafos, que no pueden retratar, por dentro, a esas personas cuyas cáscaras risueñas glorificaron en vida.

Los vivos somos profundamente egoístas y actuamos como si nunca fuéramos a marchar: yo, por ejemplo (sin ejemplo), pienso que es harto doloroso ver partir tan solo a un ser querido, sin brújula ni compás. Pero hay algo que me duele más que eso: quedar aquí sin él.

Yo no tengo para “máquina”, así que recordándolo hoy me monté en mi bicicleta del tiempo. Y dando pedales pensé en las postalitas de foto con lema que los muchachos de otra época regalábamos para el Día de los Padres. Una vez, a mis 13, le di una con mi cara en sonrisa y esta frase:

—Padre, te prometo ser mejor.

Mi rostro de hoy no ha sonreído tanto. Hoy me di cuenta de que hace tres lustros se fue sin decir si le cumplí.

14 comentarios:

  1. Creo que el hecho de que este post no tuviera comentarios era la respuesta exacta de que no los necesita; sin embargo, me aventuro: sí le cumpliste, Mila, cómo no haberlo hecho. cl

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  2. Gracias, Carmen. Todos tenemos preguntas similares. Creo que lo importante es mantener viva la promesa.

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  3. Mila, siento mucho lo de tu papá y esa manía de la parca de no tener los fotógrafos que a uno le hace falta... y él se fue sin decir porque sabía que no era necesario, y tú es mejor que la palabra mejor, eso sin dudas, un beso inmenso, desde el mar.

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    1. Gracias, Melissa. Si la vida está llena de preguntas, qué decir de la muerte... Tenerte por aquí reconforta siempre.

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  4. Amigo, primera vez en tu blog y me ha emocionado de verdad, no hay dobles tintas en esta expresión. Es la forma de escribir que me gusta leer, y yo, como soy del oficio, por este costado me hago entender. Muy bueno amigo, un abrazo y que nadie te quite estos sentimientos tan particulares, los que te pintan como a un tipo de pura cepa, abrazo. (Yo recibo en Argentina los trabajos de los escribas de Camagüey, mis blog son juntahistorias.blogspot.com y tantorra.blogspot.com (Corazón Urbano)

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    1. Gracias José por su vocación de juntar historias. Tenemos eso en común. Por mi parte, trato de mirar a esas esquinas humanas que a menudo son obviadas en nombre de "lo más importante". Reciba mis saludos.

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  5. Mila:
    Tú como siempre con ese modo de decir hasta lo más difícil. Estoy segura de que tu padre, aunque tú no lo sepas, se fue de tu lado y ya sabía que habías cumplido tu promesa, puedes aportar.

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    1. Cuqui, gracias de nuevo. Esta es apenas otra postal, como aquellas de mi infancia, que quise compartir.

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  6. Creo por esto mismo nunca te respondió. No era necesario.
    Gracias por escribir.

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  7. Mar, ¿otra vez aquí? ¡Qué bueno! Gracias a ti, por no aburrirte.

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  8. Aburrirme de leerte?? Enriquito, estás delirando?

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  9. Los padres, los tesoros, esos seres q dan magia a la vida. Bella tu crónica. http://oasisdeisa.wordpress.com

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  10. Es así: ellos tienen la varita y los hijos el sombrero, ¿o viceversa? Lo importante es que juntos hacen el mejor equipo de magia que se conozca. Gracias.

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