Mila, a favor de la resonancia magnética, pero te juro que yo saldría limpia, la envidia sana que te tengo es muy sana, lo juro. Cuando sea grande- si lo logro algún día- quiero ser como tú. tu pupila y ahora nube María Antonieta
Pos yo tendría que pasar por remisión... me encanta este cocodrilo despierto (o caimán dormido, ya no sé ni lo que escribo). Y quiero uno tan bonito para mi... estoy muy enferma?
Así es. Me sumo a tus recomendaciones. Algo parecido les ocurren a las "mentiras piadosas".
ResponderEliminarSí, Rogelio; lo más común es que ambas estén en fase terminal.
ResponderEliminarMila, a favor de la resonancia magnética, pero te juro que yo saldría limpia, la envidia sana que te tengo es muy sana, lo juro. Cuando sea grande- si lo logro algún día- quiero ser como tú.
ResponderEliminartu pupila y ahora nube
María Antonieta
No tienes que decirme cómo saldrías tú, María Antonieta. En tu caso, me bastaría con el examen clínico. Estás de alta.
ResponderEliminarjajaja...¿envidia sana?
ResponderEliminarBueno, me quedo con lo de sana y regalo la envidia...no la quiero!!
Me imagino que no, Leydi. Ni falta que te hace. Mi caimán agradece tu presencia.
ResponderEliminarPos yo tendría que pasar por remisión... me encanta este cocodrilo despierto (o caimán dormido, ya no sé ni lo que escribo).
ResponderEliminarY quiero uno tan bonito para mi... estoy muy enferma?
No, tú no. Para mí el Mar, que es una de mis adicciones, siempre es transparente. Tu blog y tú no han hecho más que afianzarme esa creencia.
ResponderEliminar