jueves, 29 de diciembre de 2011

El primer llanto

Muchos se empeñan en buscarle hondas teorías a lo evidente. En realidad es tan simple... los bebés lloran al ver la luz porque son sabios, muy sabios.

Conocen sin memoria que todos nacemos irremediablemente enfermos: desde ese momento, comenzamos a morir.

10 comentarios:

  1. Guao!!!! genial. Un beso enorme y yo también lloraré a la luz después de leerte, Un besi

    ResponderEliminar
  2. Bueno, por suerte para ti, Melissa, estás todavía muy cerca del primer llanto y lejos (¡Solavaya...!) del último.

    ResponderEliminar
  3. qué bebés más sabios!! y qué cronista tan bueno!!

    ResponderEliminar
  4. Mila de mi corazón, tengo otra teoría, menos poética y bella que la tuya, pero te la comparto. Dice mi profe Varona, alguien a quien quiero y respeto tanto como a ti (para que tengas una idea jejeje), que los seres humanos lloramos al nacer porque nos duele. El oxígeno quema nuestra piel acostumbrada a un medio húmedo y magullada por atravesar las paredes interiores de nuestra madre; por primera vez tenemos que utilizar nuestros pulmones y hacer un esfuerzo definitivo para respirar, y eso duele mucho... dice que lloramos de dolor y miedo, mientras todos afuera festejan, quizás, el momento más dolorosa de nuestra vida.

    ResponderEliminar
  5. ¡Y qué amiga tan buena, Leydi! Un beso, que se me acaban los de este año.

    ResponderEliminar
  6. Te lo digo, María Antonieta, hay teorías para todo. Mira ese profe tuyo con qué se apareció. Pero es interesante. Vámonos al Hospital Materno a hacer una encuenta entre los recién nacidos. A más gritería, más validez de los datos.
    En serio, me gusta tu amor respetuoso por tu profe. Seña de que fuiste buena bebé.

    ResponderEliminar
  7. No, mila, esta vez discrepo, a pesar de que me encantó tu crónica. Será porque soy demasiado optimista o porque no he sufrido lo suficiente pero veo la vida como una celebración y al hombre como esencialmente bueno.

    ResponderEliminar
  8. No hay problema, María Teresa. Me gusta que discrepes. Yo no soy demasiado optimista y he sufrido un poco (cosa que no me apena reconocer, en lo más mínimo), pero lo que refiere el post, o lo que pretende sugerir, es que el día del nacimiento es el inicio de un camino largo o corto, pero siempre dificilísimo. Al menos como lo concebí, la idea es decir más del camino que del bebé o el llanto mismos.
    No obstante todo ello, una discrepencia tan dulce sabe al mejor respaldo.

    ResponderEliminar
  9. espantoso!!! no tienes hijos????

    ResponderEliminar
  10. Sí, sí tengo. Y casi todas las cosas que me preocupan en el mundo se deben a él y los millones de niños de su generación. Gracias por leerme.

    ResponderEliminar