lunes, 21 de mayo de 2012

Alivio

Cuando Van Gogh perdió una oreja se dio cuenta, de repente, que media humanidad ya no hablaba mal de él.

6 comentarios:

  1. jajajajajajaj... buenisísimo.... Suerte esa de Van Gogh, se libró de mucho. Un besi.

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    1. Así es, Melissa, no hay que ser un genio: cualquiera se cortaría sus orejas ante ciertas lenguas que envenenan el mundo por ahí.

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  2. Por eso pintaba girasoles, para escuchar los rayos del sol.
    Besos marinos.

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    1. Y pintaba trigales como este, que encandilaban con su luz a los cuervos maledicentes. Y lirios en flor, y rojos viñedos y cálidos comedores de patatas y noches estrelladas... Te cambio todo eso por tu beso marino.

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  3. Magistral, Enrique, ha sido y seguirá siendo un placer entrañable, visitar tu sitio para alimentar buenamente el espíritu.

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  4. Gracias, José. Es aún mayor el placer de reunir aquí espíritus afines que le dan sentido a estas letras. Un saludo.

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