El buenazo de Robin había hecho tan bien su trabajo que un día recibió, por fin, una comunicación con sello real:
―Le informamos que, gracias a su celo, se acabaron los pobres en Nottingham. Pase por la caja y liquide. No precisamos ya de sus servicios.
ajjajajja... genial!!! un besiii
ResponderEliminarBesos con gracias para ti, Melissa.
EliminarEste esposo mío... (me refiero a Robi por supuesto)... ahora tengo que mantenerlo yo.
ResponderEliminarMarian, no me lo creas a mí, pero dicen que Robin quedó disponible en su empresa. Yo sabía que ese matrimonio tuyo acabaría mal.
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