miércoles, 30 de mayo de 2012

Alta política

La anécdota es simple, pero a menudo el destino del mundo pende de un hilo más fino: mientras iba a comprarle algunas cosas para su mesa, perdí la jaba de una amiga. Cumplido el cometido, me disculpé mil veces, y mil veces respondió que no importaba.
 
Pero a mí sí, de modo que ahora negocio con su hija cierto tráfico ilegal; más bien una introducción de mercancía (porque la vida a veces imita al mercado) que consistiría en lo siguiente: yo entrego otra jaba y la muchacha la deja caer, como al descuido, en la cocina familiar. Después la familia adopta a la recién llegada y punto.
 
Continúo con la jovencita la gestión diplomática a dos bandas (resulta que ella tampoco concuerda con mi política) y ya compré la jaba sustituta. Me la vendió un cubano simpático y carismático, un jabero jaba'o, al que pedí cambiar la primera que había tomado:
 
―¡Cómo no, si no hay la que usted quiere, la mandamos a hacer por internet...!
 
Entre nos, yo estoy seguro de que él apenas sabe de esa net nuestra que está por los cielos, de esta net en la que a cada rato tengo que enredarme, pero tampoco tengo dudas de que de su amabilidad la Red de redes tendría que aprender. Fue el nuestro un diálogo fresco, un negocio fugaz que con tres pesos nos tornó millonarios, una confirmación adicional de que en la gente sencilla se refugia mayúscula grandeza.
 
El vendedor de jabas, el anciano de sombrero de guano y sudada camisa, me enderezó la mañana y me renovó los ánimos para ir a discutir con buenas maneras, en esa ONU trascendental que es mi barrio, mi aspiración de que al fin mi amiga acepte mi jaba como ofrenda de afecto. ¿Qué dirían los niños de mañana si ella provocara el holocausto... por una jaba?    

6 comentarios:

  1. Mila, te nombraré embajador de buena voluntad de Barataria. ¿De acuerdo?
    tere

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  2. María Teresa: Me encantaría ser el Canciller de tu isla. ¡Embúllate!

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    1. de Barataria nada más??? ah, deja que le diga esto a Tunie y a la mariposa, y a Alejo, ¡nos vamos a amotinar y a formar una huelga al caimán!

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    2. Leydi: eso es con orden. Habría que ver cuál es la política de cuadros de cada sitio digital que mencionas. Para administrar nubes y criar mariposas y conducir alejos... hay que tener actitud con c y aptitud con p. Siempre hay que elegir al más capaz.

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  3. La diplomacia internacional debería fluir por esos caminos de diálogo amable, la vida misma también... Un abrazo

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    1. Sí, Nyliam, a la diplomacia internacional le hace falta muchos ojos (y corazones) a la N, como algunos que yo disfruto. Cuídalos, por el bien de la humanidad.

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