Las tensiones comenzaron hace tiempo, en niveles soterrados, apenas perceptibles. Y hasta hubo, porque en Cuba siempre hay de todo pese a que siempre una crisis nos invade, algún aeda oculto e inspirado que nos puso a todos a refranear con aquello de “el quilo no tiene vuelto”.
Después los ataques tomaron otro cariz: el medio salvó el pellejo escondido en un bolsillo (aterrado, aun se resiste a salir) y la anemia contagió a la parienta mediana, la peseta, que sin beberla ni comerla (no tenía ya fuerza para trueques) perdió toda aspiración al cambio.
―¡No somos nada...! -dicen que repetía en su último lecho.
Más tarde el asedio pasó a mayores: el Capitán Comercio emplazó su artillería de croquetas, fondeó una flota de panes insumergibles en resfrésquica bahía, lanzó desde modernas gallinas bombas de chícharo empobrecido y despojó al peso (que hoy muchos creen anoréxico) de cualquier derecho al vuelto.
Candela!!! qué situación monetaria... vamos a tener que inventar una forma de pago alternativa, limpia de vicios... Un besi.
ResponderEliminarPuede ser, Melissa. Así, un día yo te escribiría: compro post. ¿Cuántos me das por un medio?
EliminarHola Enrique...hoy te leí a gusto, que bueno entrar y ver que tengo varios post para leer, que no me quedaré con tantas ganas de seguir sobre estas letras caimaneras, como cuando voy día a día....jajaja.
EliminarRecuerdo ahora un texto de Pablo de la Torriente..KILOPÓPULIS.....Ah! si te viera, seguro esta sería una más de aquellas estampas....
Esta escalada diplomática, por muy diplomática que sea....como picaaaaaaaaaa!!!!!!!!!! jajajja.
saludo, nos vemos en unos días, despues que regrese de vacaciones....
elisa
Elisa: Me place que esta estampa anteceda tus vacaciones. Tómala como humildísimo regalo para estos días. Ya nos veremos a tu vuelta. Gracias por acompañarme. ¡Disfruta tu descanso!
EliminarMila, estoy contigo, esto de la "pérdida de valores" en nuestra moneda es aterrante. Ya cualquiera te mira "atravezao" si esperas tu vuelto de menudo, como si fueras un extraterrestre. Por cierto, siempre escuché las leyendas urbanas aquellas de cuando con centavos COMÍAS... mmmm, me parece algo tan increíble jajajaja Yo me conformo con que reaparezcan las ofertas de a peso, para poder merendar más "a menudo" jajajaja
ResponderEliminarGenial, como siempre tú.
Esperemos, María Antonieta, que el mercadeo actual permita un día devolverle el vuelto (olvida la redundancia) al peso. Gracias por haberte devuelto a mi blog.
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