miércoles, 25 de enero de 2012

Muy macho

Lo perdió su palabra. Cierta vez, Don Dinosaurio se puso de veras verde y le dijo a su mujer que a la próxima discusión desaparecería de casa.
 
―¡Para siempre!

8 comentarios:

  1. jajajajajajjaja..... y sí que lo hizo, ja: pues no me digas que su mujer fue la culpable???? candela!!!! jajajaj...Un besi, espero que nunca, nunca, nuestro matrimonio de letras se disguste al punto de hacernos desaparecer...

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    1. Melissa: En realidad no sé cuál de los dos fue el culpable. Hay que preguntarles a los abogados, o a la prensa del corazón. ¿Pero tú te imaginas qué tamaño tiene que tener la prensa del corazón de un dinosaurio? Vaya, que esos bichos tenían un corazón grandísimo, así que lo que soy yo, no le pregunto.

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  2. jajaja será por eso que no he visto ninguno hoy en la calle..y mira que lo busqué.

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    1. No puedes verlo, Leydi. Ese era el último. Esa compañera era como Doña Bárbara, una devoradora de dinosaurios.

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  3. El Caimán quería "botarme", pero no puede jaja, yo soy fiel caimanera, a mí si que no me dice "Para siempre"....
    Excelente post, un beso
    Carmen Luisa

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  4. Carmen Luisa: si te fueras, verías qué verde se pone este caimán que te exige quedarte ¡para siempre!

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  5. Na', yo creo que eso fue pura furriña del momento, este dinosaurito tiene tal cara de buenazo que seguro fue a dormir la "bravura en pote" un rato, y cuando despertó, todavía estaba allí, al lado de ella.

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    1. Puede ser, María Antonieta, y que los dos desaparecieran juntos a far far away. Creo que Monterroso no pensó en eso.

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