jueves, 19 de enero de 2012

Superación profesional

Por no mostrar menos que sus colegas, el camello de una sola jiba se empeñó en hacerse de otra, a cualquier costo y a cualquier peso: en las caravanas solía tomar las cargas más pesadas y aún les exigía a sus compañeros le cedieran varias piezas de sus costales que él, a veces renqueando, llevaba al lomo por la arena encendida del desierto con una alegría incomprensible. Poco después le apareció la otra jiba, curva como la ambición, pero tuvo que dedicarla, exclusivamente, a cargar antiinflamatorios.

7 comentarios:

  1. jajaja superación profesional o inflamación profesional??? qué buenos está eso!!!

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  2. Enrique, llevaba días sin sumergirme en la cibermarea, y sin encontrarme -como divina casualidad- con tus bloguras. Mas no faltaron los saludos a través de Jesús. Como siempre, un gustazo leerte, es la dosis caimanera que necesito a diario, y cuando me falta me siento enferma de una lucidez para nada sensata, carente de cierto secreto loco que dibuja tu verde amigo. Adicción de las buenas. Ahora ando de radialista apasionada, llevando a tierra el manual López-Virgiliano, pero siempre extrañando la letra impresa. Por último, me aclaro, nuestros Pinar y Habana no están distantes, pero no el uno del otro, como es sabido, sino de tu Camagüey y de tus afectos. Dale un abrazo, de los de verano, a tu caimán, de parte de dos buenos amigos. Anays.

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  3. Leydi: Inflaambición profesional. De esa que tú no padeces. Un beso.

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  4. Sí Anays, yo sé que están cerca. Mi caimán y yo estamos orgullosos de ese afecto sin jorobas. También yo te extrañaba por aquí; por eso satisface más tu regreso. No pierdas el camino de esta ciénaga; siempre tendrás tu "dosis" de letras. Dos abrazos.

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  5. jajajajajaj... genial!!!! un beso

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  6. Genial tu regreso, Melissa. En estos días, mi blog estuvo cojo sin ti.

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    Respuestas
    1. Pues ya estoy, para aguantarlo juntos, que no, no puede cojear, jajajja....

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